Ya existía un embargo armamentístico por parte de EE.UU. sobre Cuba desde marzo de 1958 cuando la guerra entre Batista y los revolucionarios de Fidel Castro comenzó. No es precisamente en febrero de 1961 la fecha de su inicio. Trece presidentes de ese país lo han mantenido, consolidado y agravado.
La Salud Pública Cubana no está exenta de sus garras, al contrario es uno de los sectores más dañados, no sólo por sus efectos económicos, sino también por el sufrimiento que ocasiona a los pacientes y sus familiares el no poder contar, en muchas ocasiones y en el momento necesario, con el medicamento idóneo para la atención de una enfermedad.
Aunque las exportaciones a Cuba de medicamentos, accesorios y dispositivos médicos están autorizadas por la Ley Torricelli de 1992 y la Ley para la Reforma de las Sanciones Comerciales y el Incremento de las Exportaciones de 2000, se mantienen importantes restricciones. Las ventas de los productos del sector de la salud no se benefician de la exención de licencia (o licencia automática) establecida para los productos agrícolas por el Departamento de Comercio. Se requiere de una licencia específica, concedida caso a caso, con una vigencia determinada. Los productos susceptibles de ser autorizados deben cumplir requisitos de control y clasificación establecidos por las Regulaciones para la Administración de las Exportaciones del Departamento de Comercio, que establece Listas de Control, atendiendo a disposiciones dictadas por consideraciones de seguridad nacional o vinculada a la industria de la biotecnología. Estas afectaciones se manifiestan en la imposibilidad de adquirir en los mercados estadounidenses medicamentos, reactivos, piezas de repuesto para equipos de diagnóstico y tratamiento, instrumental médico, y otros insumos necesarios para el funcionamiento del sector. En la mayoría de los casos, la adquisición de estos productos ha sido en mercados geográficamente distantes, lo que la torna más onerosa pues se tiene que recurrir a intermediarios, y provoca, además, una demora en el tratamiento a los pacientes. Los productos alternativos utilizados poseen, en muchos casos, una calidad inferior que los disponibles en el mercado estadounidense, lo que atenta en contra de los tratamientos.
A pesar de los pesares Cuba Vive, porque estamos aquí en presente, Cuba Avanza porque a pasos lentos pero vamos y Cuba Resiste porque después de más de 62 años conviviendo con todo tipo de horrores y errores ya nos demostramos que este es el mejor sistema para vivir en sociedad.
Principales afectaciones del embargo a Cuba en millones de dólares:
• Ingresos dejados de recibir por exportaciones y servicios 40 427,5 millones de $
• Pérdidas por reubicación geográfica del comercio19 592,0 millones de $
• Afectaciones a la producción y los servicios 2 866,2 millones de $
• Embargo tecnológico 9 375,0 millones de $
• Afectaciones a los servicios a la población 1 565,3 millones de $
• Afectaciones monetario financieras 8 640,2 millones de $
• Incitación a la emigración 6 533,8 millones de $