En el número 111 de la Avenida “Capitán Raúl Podio Saborit”, en el barrio de Pueblo Nuevo, en Media Luna, provincia Granma, se encuentra uno de los más atractivos museos cubanos. En esta casa, el domingo 9 de mayo de año 1920, alrededor de la 1:00 PM, nació Celia Sánchez Manduley, quien fuera la excepcional combatiente clandestina y legendaria guerrillera cubana, la más cercana colaboradora de Fidel durante los difíciles días de la guerra en la Sierra Maestra y durante algo más de 20 años después del triunfo de la Revolución Cubana.
Su construcción data de principios de siglo XX (1908). Es una casona de madera, con pisos de mosaico y techo de tejas francesas, con varios caballetes y aguas. La casa tiene ocho habitaciones, portales y un gran patio. A su fachada principal le antecede un portal, limitado por una baranda, conformado por finas columnas sustentadas en grandes bases de piedra y enlazadas en su parte superior por una fina celosía de madera. De arquitectura ecléctica, se asemeja al bungalow americano, un tipo de construcción que proliferó en lo bateyes de los centrales azucareros de esta parte de la isla en las primeras décadas del siglo XX.
En momentos en que es adquirida la casa por el matrimonio de Manuel Sánchez Silveira y Acacia Manduley Alsina – padres de Celia – “…era un cómodo y fresco chalet de madera, al que hubo que agregar más tarde un ala nueva cuando la familia fue creciendo. Allí tenía el doctor Sánchez, a un costado, su biblioteca y consulta privada. El amplio patio, pletórico de ricos frutales criollos…” (3)
Aquí vio la luz, la heroína de la sierra y el llano de Cuba, Celia Esther de los Desamparados Sánchez Manduley, el domingo 9 de mayo de 1920, quien no imaginó que con su ulterior actuar la historia le depararía un lugar cimero como la figura femenina más importante del país.
Su casa natal ha devenido, a través de los años, en símbolo de justicia, de amor y de belleza y es que las casas natales son como las personas que las habitan, poseen su aire, su dignidad, su encanto. Nuestro héroe nacional, José Martí, decía que los edificios eran como las palabras de los pueblos y sus símbolos: “A través de las edades cuentan su espíritu y revelan su historia. Una piedra labrada es un libro: el lapidario le transmite su alma. En la forma va la esencia. La arquitectura es el espíritu solidario”. (4)
Trámites
Servicios
Noticias
1- Que no debe utilizar un lenguaje ofensivo.
2- Que debe ajustarse al tema del artículo.
Red Portada Media Luna se reserva el derecho a no publicar los comentarios que incumplan las políticas anteriores.